Buenos días,
La verdad es que las vacaciones no están yendo lo bien que uno querría, sea por motivos que provoco os ea por la realidad cambiante que nos envuelve. En algunos aspectos la verdad que no me puedo quejar... uno crece .. mejora... aprende... pero en otros como siempre... a veces no está en las manos de uno mismo.
En esos segundos aspectos, se debe de valorar.. donde llevan.. que aportan... son necesarios... los queremos...etc....
Ayer tuve una de esas noches, después de un tiempo la verdad que mal, tuve una noche Nihilista... una noche... de querer romper y rasgar con todo... Una noche de dar la espalda al mundo.... una noche de decir... me encierro en mi jaula de oro.... una noche de decir.. me alejo de lo que quiero pq duele...Pero.... al cabo de un buen rato de dar y dar vueltas en la cama ... agobio.. angustia... y sudor en una noche fría...Me di cuenta de algo... hacer todo aquello que me parecía la mejor solución... la única.. un camino vital.... era en parte, una gran parte, renunciar a lo que soy.... a quien soy.. a lo que me hace ser distinto de los demás... Por segunda vez en los últimos meses me avergoncé del tipo de persona que volvía o quería volver a ser... de aquel niño asustadizo que cuando las cosas no van bien huye corriendo a otro lado sin mirar atrás...Y decidí que aunque sufra.. aunque duela... aunque deba perdonar.. aunque deba entender lo ininteligible para mí.... me esforzaré, lucharé, evolucionaré, cambiaré.. pero nunca renunciando a lo que soy .. pq es lo que me hace feliz... lo que me hace mejor ... lo que me hace persona...No me dejaré abatir por los palos de la vida, ni por las acciones de otras personas... seguiré siendo fiel a mi mismo......... Pq es el unico camino a ser feliz NO NEGARSE LO QUE UNO NECESITA.... SER HONESTO CON UNO MISMO... ARRIESGAR....SUFRIR y SOBRETODO NO PERDER NUNCA LAS GANAS DE APRENDER A VOLAR.....
Os pondré las palabras que resonaron en mi mente ayer.. cuando cual gusano de seda , si es por ti, me metamorfosee ... Cuando hice una catarsis... me quité el disfraz.... lo que oía en mi mente era...
Lo siento, pero yo no quiero ser emperador. Ése no es mi oficio. No quiero gobernar ni conquistar a nadie, sino ayudar a todo el mundo –si fuera posible–: a judíos o gentiles, blancos o negros. Tenemos que ayudarnos los unos a otros, los seres humanos somos así. Queremos hacer felices a los demás y no hacerlos desgraciados. No queremos odiar ni despreciar a nadie. En este mundo hay sitio para todos. La buena tierra es rica y puede proveer a todos.
El camino de la vida puede ser libre y hermoso; pero lo hemos perdido. La codicia ha envenenado las almas de los hombres, ha levantado en el mundo barricadas de odio, nos ha empujado a la miseria y a las matanzas. Hemos progresado deprisa. Pero nos hemos encerrado nosotros mismos dentro de ella. La maquinaria, que proporciona abundancia, nos ha dejado en la indigencia. Nuestra ciencia nos ha hecho cínicos; nuestra inteligencia, duros y faltos de sentimientos. Pensamos demasiado y sentimos muy poco. Más que maquinaria, necesitamos humanidad. Más que inteligencia, necesitamos amabilidad y dulzura. Sin estas cualidades, la vida será violenta y todo se perderá.
El avión y la radio nos hacen sentirnos más cercanos. La verdadera naturaleza de estos adelantos exige la bondad humana, exige la fraternidad universal, por la unidad de todos nosotros. Ahora mismo mi voz está llegando a millones de seres de todo el mundo, a millones de hombres, mujeres y niños desesperados, víctimas de un sistema que tortura a los hombres y encarcela a las personas inocentes. A aquellos que puedan oírme, les digo: “No desesperéis”.
La desdicha que padecemos no es más que la pasajera codicia y la amargura de hombres que temen el camino del progreso humano. El odio de los hombres pasará, y los dictadores morirán, y el poder que arrebataron al pueblo, volverá al pueblo. Y así, mientras el hombre exista, la libertad no perecerá jamás.
¡Soldados! ¡No os rindáis a esos hombres, que en realidad os desprecian y os esclavizan, que reglamentan vuestras vidas; y os dicen lo que tenéis que hacer, que pensar y que sentir! Os barren el cerebro, os tienen a media ración, que os tratan como a ganado y os utilizan como carne de cañón. ¡No os entreguéis a esos individuos inhumanos, a esos hombres-máquina con inteligencia y corazones de máquina! ¡Vosotros no sois máquinas! ¡No sois ganado! ¡Sois hombres! Tenéis el amor de la humanidad en vuestros corazones, no el odio. ¡Sólo los que no aman, odian; los que no aman y los inhumanos!
¡Soldados! ¡No luchéis por la esclavitud! ¡Luchad por la libertad!
En el capítulo diecisiete de san Lucas está escrito que el reino de Dios se halla dentro del hombre, ¡no de un hombre o de un grupo de hombres, sino de todos los hombres! ¡En vosotros! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder, el poder de crear máquinas, el poder de crear felicidad! Vosotros, el pueblo, tenéis el poder de hacer que esta vida sea libre y bella, de convertirla en una maravillosa aventura. Por tanto, en nombre de la democracia, empleemos ese poder actuando todos unidos. Luchemos por un mundo nuevo, digno y noble, que garantice a los hombres la posibilidad de trabajar, que dé a la juventud un futuro y a los ancianos seguridad.
Con la promesa de estas cosas, las fieras han subido al poder. ¡Pero mintieron! No han cumplido sus promesas, ni nunca las cumplirán. Los dictadores son libres; sólo ellos, pero esclavizan al pueblo. Ahora, unámonos para liberar el mundo, para terminar con las barreras nacionales, para eliminar la ambición, el odio y la intolerancia. Luchemos por el mundo de la razón, un mundo en el que la ciencia y el progreso nos conduzca a todos a la felicidad. ¡Soldados, en nombre de la democracia, debemos unirnos todos!
Hannah, ¿puedes oírme? ¡Dondequiera que estés, alza los ojos! ¡Mira, Hannah! ¡Las nubes están desapareciendo! ¡El sol se está abriendo paso a través de ellas! ¡Estamos saliendo de la oscuridad y penetrando en la luz! ¡Estamos entrando en un mundo nuevo, un mundo más amable, donde los hombres se elevarán sobre su avaricia, su odio y su brutalidad! ¡Mira, Hannah! ¡Han dado alas al alma del hombre y, por fin, empieza a volar! ¡Vuela hacia el arco iris, hacia la luza de la esperanza! ¡Alza los ojos, Hannah! ¡Alza los ojos!
Charles Chaplin, El Dictador
Muchas gracias por leerme.. y por compartir un momento bastante íntimo... pero necesario...
Ricard